HARVEY WEINSTEIN SE DECLARA NO CULPABLE DE UNA NUEVA ACUSACIóN DE ABUSOS SEXUALES

Durante unas horas, Harvey Weinstein ha dejado los dos espacios en los que pasa sus días, la prisión y el hospital, para acudir al tercero más familiar para él durante los últimos años: los juzgados. El magnate cinematográfico, de 72 años, que fue sentenciado a dos penas de 16 y 23 años de cárcel (esta última, revocada en abril; sigue en la cárcel por la primera), fue acusado el pasado día 12 por la Fiscalía de Nueva York de nuevos cargos por abuso sexual, sin más detalles. Hoy, cuando se desvelaba la acusación, ha acudido hasta la corte de la ciudad para declararse no culpable.

La nueva acusación viene por parte de una mujer, hasta ahora anónima, que acusa al todopoderoso productor de Hollywood de abusar sexualmente de ella en un hotel de Manhattan, Nueva York, en el año 2006. Hasta ahora no había compartido su historia públicamente y no quiere ser identificada, según ha explicado su abogada en un comunicado. Cuando se conoció que iba a ser acusado de un nuevo delito, hace menos de una semana, Weinstein estaba en una complicada situación de salud; de hecho, ese día no acudió a la audiencia. El lunes 9 tuvo que ser operado de urgencia de un problema cardíaco, y sus abogados aseguraron que estaba muy grave, lo que llegó a hacer temer por su vida. Dejó la prisión de Rikers Island por el hospital Bellevue de Manhattan y, según algunos medios estadounidenses, llegó a estar en condición crítica. Por todo ello también se retrasó la acusación, que ha llegado este miércoles.

“Gracias a esta superviviente, que dio la cara con valentía, Harvey Weinstein está acusado de otra presunta agresión sexual violenta”, ha afirmado el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, en un comunicado. La portavoz de Weinstein ha afirmado que están “preparados para ir a juicio” y también ha explicado que también se defenderán de este cargo “hasta que podamos comprenderlo del todo, podamos buscar e investigar, y defender a Harvey contra ello”. “No sabemos quién, cuando o qué [ocurrió]. Nos han dicho que es de 2006″, ha continuado.

Esta vez, quien fuera uno de los productores de cine más importantes desde finales de los ochenta hasta mediados de la década pasada —con títulos como Shakespeare in love, El discurso del rey o El señor de los anillos en su cartera—, sí que ha aparecido en la corte. Ha llegado en silla de ruedas, vestido con traje y corbata azules y con un pin con la bandera de Estados Unidos en la solapa y con dos libros entre las manos. El juicio, de manera provisional, está fijado para el 12 de noviembre.

La mujer que le acusa ahora data la agresión sufrida en 2006. Fue precisamente en ese mismo año cuando una asistente de producción de televisión y cine llamada Mimi Haleyi afirma que la obligó a practicar sexo oral. Fue por esa acusación, unida a otra de una actriz, Jessica Mann, que le acusaba de violarla en 2013, que Weinstein fue condenado. En marzo de 2020, el tribunal penal del Estado de Nueva York le mandó a la cárcel durante 23 años. Había evitado la cadena perpetua, ya que en febrero, unos meses antes, el veredicto del jurado exculpaba a Weinstein de los tres cargos más graves de los que se le acusaba.

El que fue el primer proceso penal desde el nacimiento del movimiento MeToo, en otoño de 2017, tuvo su gran revés el pasado abril. Entonces, de manera inesperada, el tribunal de apelaciones de Nueva York decidió revocar esa condena de 2020, afirmando que el juez había perjudicado al exproductor de Hollywood con decisiones incorrectas, incluida la de permitir que las mujeres testificaran sobre acusaciones que no formaban parte del sumario, y que no tenía que haber permitido testimonios “irrelevantes” durante el juicio. La oficina del fiscal de Manhattan, que también se encarga de esta nueva acusación, deberá reactivar el proceso.

Sin embargo, Weinstein permanece en la cárcel. En diciembre de 2022 fue condenado por un tribunal de Los Ángeles como culpable de un cargo de violación y otros dos cargos de acoso sexual, por lo que deberá cumplir otros 16 años de prisión, que inicialmente iban a ser 24. En California tenía acusaciones por parte de ocho mujeres, todas ellas modelos y actrices, que le acusaban de acoso sexual y violación; sin embargo, la fiscalía se centró en cuatro de ellas. Una de ellas era Jennifer Siebel, esposa del actual gobernador del Estado, Gavin Newsom. Finalmente, el jurado solo le declaró culpable de tres cargos contra una de las cuatro mujeres, una mujer nacida en Rusia pero asentada en Italia, cuya identidad no fue desvelada y a la que obligó a practicar sexo oral en Los Ángeles en febrero de 2013.

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